lunes, 2 de junio de 2014

Crónica - Soberbio encuentro entre Salah ad-Din "Saladino" y Ricardo Corazón de León




 

Índice


1. Introducción
2. Breve resumen de la Tercera Cruzada
3. Personajes principales del encuentro
4. Fragmento
5. Fuentes

1. Introducción


Esta es una pequeña reseña histórica que siempre me ha gustado muchísimo, narra un encuentro muy interesante que tuvieron dos grandes e ilustres personajes de la Edad Media que marcaron un profundamente las historia de las cruzadas, historias que aun hoy en día son fuente de inspiración para aquellos cronistas que se dejan seducir por la sutiliza y la soberbia de algunas historias que te dejan sin aliento.

Pero antes de comenzar con tal narrativa me parece pertinente primero esclarecer el contexto en el que se encontraban tales personajes:

2. Breve resumen de la Tercera Cruzada




La Tercera Cruzada o también conocida como "La Cruzada de los Reyes" fue el intento desesperado de los reyes occidentales por reconquistar la ciudad de Jerusalén (Tierra Santa), que estaba bajo el dominio de Salah ad-Din (Saladino en español) Sultán de Egipto y Siria.

La toma de Jerusalén conmocionó a Europa y en 1187 el papa Gregorio VIII convocó una nueva Cruzada, a la que asistieron Ricardo I de Inglaterra “Corazón de León”, Felipe II Augusto de Francia y el célebre (y del cual sin lugar a dudas hablare a su tiempo) Federico I Barbarroja Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

El desarrollo de la cruzada a resumidas cuentas se dio de dio en dos etapas las cuales resumiré de la siguiente forma (puesto que el objetivo no es narrar la cruzada entera sino mas bien relatar un encuentro muy oportuno entre dos de sus actores).

La primera etapa (1189-1190) la llevo de la expedición, fue dirigida por Federico Barbarroja, partió de Ratisbona (siendo este el primero en partir hacia la reconquista de Tierra Santa) y se dirigió a Constantinopla, la cual estaba gobernada por Isaac II Angelo, con quien, anteriormente, había pactado una alianza. Sin embargo, Federico lo traicionó y se apoderó de Filipolis y Andrinópolis, atacó Constantinopla y conquistó Iconio. La muerte de Federico fue sin duda muy inesperada, tras enviarle a Saladino una carta para que llevaran a cabo un combate había sido propuesto para el 01 de Noviembre de 1189 la cual se llevaría a cabo en la llanura egipcia de Zoan, pero esto nunca llego a suceder pues en Junio de 1190 Federico murió ahogado en el río Saleph en Anatolia, existen dudas de cómo realmente Federico pudo ahogarse, las circunstancias exactas de su muerte no están claras: una parte cuenta que, acalorado tras cabalgar, quiso refrescarse con un baño; otros relatan que fue tirado de la silla por el caballo cuando estaba atravesando el río y que el peso de su armadura lo hundió. Se especula que, siendo un hombre de casi 70 años y teniendo en cuenta el calor que hacía, sufrió un infarto en el agua helada de un río que viene de las montañas. A la muerte de Federico tomo el mando del ejercito su hijo Federico de Suabia, quién solo pudo llegar a San José de Acre y murió al poco tiempo. Entretanto, Guido de Lusignan intentó recuperar Acre al sitiar la ciudad, sin embargo, fracasó. Cabe mencionar que el legado más importante de esta cruzada por parte de Federico fue la creación la orden teutónica.

La segunda etapa (1190-1192) fue dirigida por Ricardo Corazón de León y Felipe II Augusto. Felipe zarpó desde Génova y Ricardo, desde Marsella. Debido a desavenencias surgidas entre ambos ejércitos, Felipe partió hacia San Juan de Acre. Ricardo tomó otra ruta y se vio obligado a refugiarse en debido al mal tiempo en Chipre, por lo que llegó a Acre muchos más tarde. Franceses e ingleses derrotaron a las tropas de Saladino en Acre y aseguraron la ciudad. Después de la toma de la ciudad Ambos reyes disputaron quien debía gobernar la ciudad. Al no llega r a ningún acuerdo, Felipe abandono la campaña y decidió regresar a Francia.

En 1191, Saladino se enfrentó a Ricardo en la Batalla de Arsuf, tras horas de fuertes luchas, las tropas de Saladino se retiraron del campo de batalla. Ambos líderes, conscientes de la capacidad de rearme y liderazgo de su rival, decidieron pactar un armisticio con el cual se garantizó el libre acceso a Jerusalén a comerciantes y peregrinos. Además, el Santo Sepulcro quedó abierto sin pago de tributo para los cristianos. Los cruzados mantuvieron el control de una franja de costa entre Jafa y Tiro. Ricardo regresó a Inglaterra sin haber reconquistado Jerusalén.

3. Personajes principales del encuentro


Ahora que ya hemos definido brevemente el contexto histórico en el que se encontraban nuestros actores principales es aun más oportuno hablar un poco de ambos, como hemos estado conversando bastante de los reyes cristianos me tomare la libertad de refrescar un poco la materia del tema empezare hablando de la parte menos mencionada hasta el momento Saladino.

Salah ad-Din "Saladino"


Monumento de Salah ad-Din en Damasco.

Al-Nāsir Ṣalāḥ ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb (en arabe: صلاح الدين يوسف الأيوبي ) que según la onomástica árabe su nombre significaba Yusuf, hijo de Ayyub), más conocido en occidente como Saladino.

Se podría decir que Salah al-Din Yusuf o Saladino como se le conoce popularmente, fue para los musulmanes un gran héroe medieval, del mismo modo que para occidente pudo ser “El Cid”, Roldán o el propio Carlomagno.

Y la razón de ello fue que Saladino no solo fue un gran líder militar sino que además un magnifico gobernante, capaz de unificar a los distintos pueblos de Siria y Egipto en un solo gobierno, cosa que considerándose los pueblos del Medio Oriente fue una verdadera proeza, y al mismo tiempo que se erigió como paladín del Islam contra los invasores cruzados y la opresión de sus guerras de fe.

A Saladino le valió grandemente en la historia haber sido el gran representante de la Caballería Islámica Medieval, un líder no solo respetado por sus seguidores sino además respetado y admirado por sus rivales cristianos.

Fue Saladino quien combatió el fuego con fuego convocando su propia Yihad, su propia guerra santa, dando al conflicto armado con los cruzados un nuevo cariz, una verdadera guerra religiosa más allá de la simple conquista de territorios. Puesto que los cruzados en su afán de conquista habían destruido y saqueado pueblos enteros sumiéndolos en la desgracia, la pobreza y la miseria. Saladino represento muchos valores dignos de los monarcas más antiguos y nobles que pudieron existir en la historia: culto, honesto, justo, inflexible en batalla y clemente en la victoria. Y fueron precisamente esas virtudes las que le hicieron ganar el respeto de occidente, pues encarnaban en aquellos tiempos el ideal del perfecto caballero.

Al principio de sus campañas las acciones de Saladino para Europa no fueron bien vistas, cuando Saladino asedio la ciudad de Jerusalén durante la batalla de Hattin murieron cientos de caballeros cristianos y al esparcirse tales noticias en el mundo cristiano se considero a Saladino como otro enemigo cruel y bestial de la falsa fe. Pero fue en la segunda fase de su incursión militar, la Reconquista de Jerusalén, que enmudeció e hizo sentir el clamor de Europa con sus acciones dignas de un caballero de leyenda.

El Sultán de Siria conquistó Jerusalén, pero a diferencia de lo que hicieron los cristianos en su conquista, éste perdonó las vidas de sus habitantes civiles si estos abandonaban la ciudad, un noble hecho que no pasó desapercibido para los cronistas europeos.

Además de este gesto que a primera vista no parece del todo justo me parece necesario hacer la siguiente consideración, durante las batallas libradas en las cruzadas los ejércitos invasores de Europa al conquistar las ciudades árabes asesinaban a la mayoría población civil, ejemplo de ello y durante el mismo periodo podemos ver a Ricardo “Corazón de León” el cual distó mucho de ser un honorable monarca, cometiendo uno y mil abusos como la ejecución de más de 3,000 prisioneros musulmanes ante las puertas de Acre, por lo que pronto se había olvidado el gesto del Sultán con los prisioneros cristianos en la reconquista de Jerusalén, así que esclarecido este hecho, el permitirles irse con vida fue todo un gesto de benevolencia por parte del entonces Rey de Siria.

Durante las batallas libradas en la tercera cruzada Saladino mostro ser un honorable enemigo, pero con todo Ricardo I y su ejército consiguieron una gran victoria sobre Saladino en la batalla de Arsuf, acabando con la racha de invencibilidad del líder musulmán y con el tiempo, aunque Saladino jamás perdonase la grave falta de Ricardo con los prisioneros de Acre, ambos monarcas llegaron a un punto de entendimiento, respeto y diplomacia.

En este punto es de resaltar que cuando el monarca inglés cayó enfermo, Saladino, lejos de esperar que aquel enfermase y muriese, mandó a su propio equipo médico en ayuda de su respetado enemigo. Sin duda, éste fue otro de los grandes gestos del líder islamita que contribuyó a su favor en las crónicas de la Historia.

Tiempo más tarde, cuando la acuciante necesidad de Ricardo por regresar a su antiguo trono ahora usurpado, podía haber significado la victoria incondicional de Saladino, éste volvió a sorprender con un nuevo gesto, sentándose ante su enemigo y firmando un armisticio que supusiese ventajas para ambos: Jerusalén permanecería bajo control musulmán, pero se concedía a los cristianos el derecho de peregrinar y orar libremente en Jerusalén.

Ricardo I


Monumento de Ricardo I en Londres.

En cuanto a Ricardo, es uno de los reyes más populares de la historia medieval, por consiguiente tomare su biografía prestada de otra fuente (ver al final*).

Rey de Inglaterra, perteneciente a la dinastía Plantagenet (Oxford, 1157 - Châlus, Aquitania, 1199). Era el tercer hijo de Enrique II y Leonor de Aquitania. Heredó de su madre el Ducado de Aquitania (1168) y el de Poitiers (1172), territorios en los que tuvo que guerrear continuamente para mantener sometida a la nobleza. En 1173-74 participó con su madre y sus hermanos en la gran rebelión contra su padre, el cual invadió sus dominios y le obligó a pedir perdón.

En 1189 se convirtió en rey de Inglaterra, duque de Normandía y de Anjou, al morir su padre. Sin embargo, pasó fuera de Inglaterra la mayor parte de su reinado. Su obsesión era la Cruzada de la Cristiandad contra Saladino, que acababa de tomar Jerusalén; y, efectivamente, fue uno de los jefes de la Tercera Cruzada (1189-92), junto con el emperador alemán Federico I Barbarroja y el rey Felipe Augusto de Francia.

A cambio, se desentendió de la Monarquía inglesa y de sus intereses en el continente europeo: malvendió el patrimonio real para financiar la Cruzada, y puso en grave riesgo sus territorios continentales al enemistarse con Francia (no estalló la guerra de momento, por estar los dos reyes igualmente comprometidos en la Cruzada).

De camino hacia Palestina, Ricardo se detuvo en Sicilia para asegurar los derechos de su familia en aquella isla frente a las pretensiones del emperador (Tratado de Mesina, 1190). Luego conquistó Chipre y Acre (1191). En Palestina tuvo continuos enfrentamientos con los cruzados alemanes y franceses, y no consiguió el objetivo de tomar Jerusalén. Muerto Federico I y habiendo regresado a Francia Felipe Augusto, Ricardo concluyó una tregua con Saladino que garantizaba a los cristianos el libre acceso a los lugares sagrados de Jerusalén y la posesión de Acre.

Intentó volver a Inglaterra evitando a sus muchos enemigos, pero no le fue posible, al naufragar su barco cerca de Venecia y ser reconocido su disfraz en Viena. Cayó prisionero del emperador Enrique II, que le obligó a pagar un fabuloso rescate para dejarle libre (1194). Por fin regresó a Inglaterra, para encontrar que su hermano Juan le había usurpado el Trono (indignado al verse desheredado por Ricardo, que en Sicilia había declarado heredero a su sobrino Arturo de Bretaña).

Fue coronado de nuevo, pero partió enseguida a Normandía, donde pasó sus últimos años luchando contra el rey de Francia. Murió durante el ataque a una fortaleza de su vasallo, el vizconde de Limoges, sucediéndole en el Trono su hermano Juan. Ricardo fue considerado ya en vida la personificación del caballero cristiano medieval y se convirtió en una leyenda romántica después de su muerte: su entrega a la mística guerrera de la Cruzada, su peripecia aventurera por Europa y su larga ausencia del reino permitieron que surgiera el mito de un rey deseado por el pueblo y traicionado por enemigos desleales.

4. Fragmento


Muy bien al fin llega la hora deseada el maravilloso fragmento entre un ocasional encuentro entre Ricardo I y Saladino:





A mi parecer las acciones de Saladino fueron sublimes, ensalzando perfectamente las virtudes del propio caballero de la edad media, que aunque musulmán, fue icono de la caballería romántica medieval europea, lleno de una sutileza admirable. 

Primero, el fragmento deja entre ver la rudeza y la simpleza de los caballeros cruzados durante la tercera cruzada, es icónicamente acertado compararlo con la brutalidad con las que ellos conquistaron las tierras del oriente medio (asiendo una mención especial por Acre). Ya que en el fragmento se denota la arrogancia de Ricardo, que tratando de dar una demostración infalible de poder queda reducido y maravillado ante la gracia y arte que le presenta Saladino con su maravillosa Cimitarra. 

Por su lado Saladino, sutil y refinado, demuestra gran habilidad y un toque de arrogancia muy propios, no solo le demostró a Ricardo el poder, sino la precisión sino las grandes artes de su pueblo (tanto en la metalurgia, como figurativamente les fue intrínseco). La demostración de poder que exhibió Saladino fue más bien una demostración de habilidad, dándole a entender a Ricardo que él no se valía de la simple fuerza, sino más bien de el arte de la habilidad y el ingenio.

5. Fuentes:

Autoria Propia
http://www.gecoas.com/religion/Trabajos/cruzadas/cruzada3.htm
http://historiamedievalcruzadas.blogspot.com/p/tercera-cruzada.html
http://www.historialuniversal.com/2010/04/tercera-cruzada-de-los-reyes-jerusalen.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Saladino
http://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_I_de_Inglaterra
http://redhistoria.com/saladino-el-caballero-musulman/#.U4z65HKRfHI
*http://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/ricardo_i.htm


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